Preguntas frecuentes
¿Qué es exactamente el autismo?
El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una condición del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona se comunica, interactúa socialmente, juega y percibe el mundo. Es un espectro porque cada niño es diferente, con sus propias fortalezas y desafíos. No es una enfermedad ni tiene cura, pero con apoyo adecuado, muchos niños autistas logran desarrollarse, aprender y llevar una vida plena.
¿Por qué mi hijo no habla todavía?
En el autismo, es común que el desarrollo del lenguaje sea más lento o diferente. Algunos niños hablan más tarde, otros desarrollan formas alternativas de comunicarse (como señas, pictogramas o tecnología). El lenguaje se puede trabajar en terapia, pero es clave respetar el ritmo del niño y buscar herramientas que le permitan expresarse de forma funcional, aunque aún no hable con palabras.
¿Qué terapias necesita mi hijo?
Dependerá de su evaluación individual, pero lo más recomendado es que reciba una intervención temprana, intensiva y especializada. Las terapias más comunes son:
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ABA (Análisis Conductual Aplicado)
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Fonoaudiología (para comunicación y lenguaje)
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Terapia ocupacional (para habilidades sensoriales, motoras y de la vida diaria)
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Psicopedagogía o apoyo escolar
La clave es que las terapias estén coordinadas y adaptadas a sus necesidades.
¿Tuve la culpa? ¿Hice algo mal durante el embarazo?
No. Nadie tiene la culpa del autismo. No está causado por algo que hiciste o dejaste de hacer. Las investigaciones científicas muestran que el autismo tiene una base neurológica y genética, y no hay una sola causa. Es muy importante dejar de lado la culpa para poder enfocarse en acompañar y apoyar a tu hijo o hija.
¿Puede ir a un jardín/colegio regular?
Sí. Todos los niños tienen derecho a la educación inclusiva. Un niño con autismo puede asistir a un jardín o colegio regular con los apoyos necesarios: adecuaciones curriculares, acompañamiento terapéutico si es necesario, y docentes capacitados. La inclusión no solo es posible, sino que es un derecho y puede ser muy beneficiosa para el desarrollo del niño.
¿Mi hijo va a tener amigos?
Sí, aunque puede que lo haga de manera diferente. Muchos niños autistas tienen interés en relacionarse, pero les cuesta entender las reglas sociales o expresar ese interés. Con apoyo terapéutico y oportunidades de socialización en un entorno comprensivo, pueden construir amistades reales y significativas. Es importante enseñar habilidades sociales desde temprano y rodearlo de niños empáticos.
¿Va a mejorar con el tiempo?
Con el apoyo adecuado, sí, puede mejorar mucho. El autismo no desaparece, pero los niños pueden desarrollar habilidades, adaptarse mejor, comunicarse más y ganar autonomía. Cuanto antes se empiece con las terapias, mejor. El progreso es muy variable, pero todos pueden avanzar y tener una mejor calidad de vida.
¿Debe tener certificado de discapacidad?
Sí, en la mayoría de los casos es recomendable. El certificado de discapacidad no etiqueta negativamente al niño, sino que le da acceso legal a derechos y beneficios: terapias gratuitas o subsidiadas, acompañamiento escolar, transporte, apoyos en salud, entre otros. Es una herramienta para proteger sus derechos, no una limitación.
¿Está mal si todavía no lo acepto?
No, no está mal. Es completamente normal sentir confusión, tristeza, miedo o negación al recibir el diagnóstico. Cada familia vive su proceso a su ritmo. Lo importante es buscar apoyo emocional (en otros padres, en profesionales, en grupos) y recordar que aceptar no es rendirse, es el primer paso para ayudar a tu hijo desde el amor y la comprensión.
¿Las vacunas causan autismo?
No. Esta idea fue basada en un estudio falso y ya fue totalmente desmentida por la ciencia. Numerosos estudios de alto nivel han demostrado que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Vacunar a tu hijo es esencial para protegerlo de enfermedades graves.
¿Los niños autistas son todos súper inteligentes?
No. Este es un mito común. Si bien algunas personas autistas tienen altas capacidades cognitivas (como en el caso del llamado "autismo de alto funcionamiento" o los "savants" con habilidades extraordinarias), esto no representa a todos.
¿Por qué me siento tan mal si ya tengo el diagnóstico?
Porque recibir un diagnóstico de autismo en un hijo o hija puede ser un proceso emocional muy intenso. Aunque tener una respuesta puede ser un alivio, también puede venir acompañado de miedo, tristeza, culpa, incertidumbre o negación.
Estos sentimientos son normales. Estás procesando un cambio importante en tus expectativas y enfrentando algo que no imaginabas. Lo importante es permitirte sentir, buscar apoyo emocional, y recordar que tu hijo sigue siendo el mismo: lo que cambió fue la forma de entenderlo y acompañarlo.
¿Puede haber sido por el uso de pantallas (celular, TV, tablet)?
No. El uso de pantallas no causa autismo. El TEA tiene una base neurobiológica, en muchos casos con un componente genético. Sin embargo, el uso excesivo de pantallas en edades muy tempranas puede afectar el desarrollo del lenguaje, la atención y el vínculo social, especialmente si reemplaza la interacción humana.
¿El autismo empeora con la edad?
No necesariamente. El autismo no es progresivo como una enfermedad que se agrava con el tiempo. Sin embargo, puede parecer más evidente si no hay intervención adecuada o si el entorno no se adapta a las necesidades del niño.